jueves, 15 de mayo de 2014

Julián - ¿Dónde vas con Mantón de Manila...? ¿Dónde vas con vestido chinés? Susana - A lucirme y a ver la verbena, y a meterme en la cama después. No es la verbena de La Paloma pero sí, ¡San Isidro! ¡Felicidades Madrileños! Hoy hacemos un alto a la hora del té para hablaros del Mantón de Manila (también de origen chino)


El origen del Mantón se remonta al año 600 A.c., afirmando que las mujeres chinas de clase alta, durante la dinastía T´ang, usaban ese tipo de chales.


No es aventurado situar los orígenes del Mantón en la antigua china, ya los inventores del tejido de seda; se sabe que los bordados en seda fueron una invención china; la mas antigua muestra de bordado chino se ha encontrado en una tumba de la dinastía Chou del siglo VI A.c., de la cual hay libros que hablan de ritos, banderas y estandartes de seda bordada.

El hecho de que se dé a esta prenda el nombre de Mantón de Manila, a pesar de ser originaria de la China, se debe a que fue en Filipinas donde los comerciantes españoles vieron por primera vez, unas maravillosas piezas de seda bordada. Las mercancías de los chinos sorprendieron y admiraron a los comerciantes españoles: eran poco corrientes para ellos, y de una vistosidad y colorido admirable.


Desde finales del sigloXVI, el tráfico mercantil oriental comenzó su flujo ascendente, a través de Filipinas, hacía Europa. Manila se constituyó en el centro receptor de las mercancías que los comerciantes chinos transportaban en sus propias embarcaciones hasta el puerto.

Las formas vistosas y coloristas del Mantón de Manila explican su aceptación previa en las colonias, desde donde se introdujo definitivamente en España ya en el siglo XIX.

Sin embargo, estas piezas de seda china ricamente bordadas en vivos colores no eran, en principio, excesivamente populares en España, quizá porque su vistosidad y colorido no eran muy apropiados para el gusto dictado por la sobriedad en la moda que habían impuesto los Austrias.

Fue en México donde el Mantón encontró una mejor acogida: una especia de chal bordado, era entonces una prenda indispensable en el atuendo tradicional de las mujeres del Virreinato de Nueva España, el cual empezó a confeccionarse en seda con motivos enteramente nuevos. (Curiosidad: El pintor, escultor y galerista español Fausto Velázquez ha estado trabajando durante el 2013 en una serie de treinta retratos de la pintora mexicana Frida Kalho, un particular homenaje. El artista se interesa más por la personalidad y el carácter del personaje que por su obra artística. Velázquez plasma a Kahlo ataviada con Mantón de Manila diseñado por los modistos sevillanos Vittorio y Lucchino, amigos y vecinos del pintor. Y es que a Kalho, los mantones le gustaban.)


Sucedió así con otros muchos componentes de la moda europea algunos cuyas normas se dictaban desde las tierras de ultramar para, posteriormente, imponerse en la metrópoli, precisamente por la connotación del lujo y exotismo que contenían. 

Fue al llegar a Europa cuando empezó a añadirse a los chales chinos un adorno de flecos cortos tejidos con la propia tela; posteriormente, la moda impuso el gusto por los flecos largos, que a partir de entonces se tejían aparte y se pegaban de forma que no se apreciasen las puntadas. 

También sufrió el Mantón importantes cambios en cuanto al diseño de los bordados: los pequeños motivos florales orientales fueron sustituidos por diseños más grandes y coloristas, al tiempo que se incorporaban muestras de la flora autóctona. 


A finales del S: XIX tras su incorporación al uso cortesano el Mantón se popularizó, y recorriendo así su último viaje, desde las vestimentas de las grandes familias pasó a convertirse en el accesorio imprescindible de las mujeres trabajadoras. 


En la actualidad, los Mantones de Manila, pueden realizarse a máquina o mano, siendo estos últimos los mas cotizados y por lo tanto lo más caros. Para distinguir los de mano de los de maquina, solo hay que mirar el reverso del Mantón, si este es igual que el anverso, lo más probable es que estemos ante un Mantón realizado a mano, e incluso en el reverso de los de maquina encontramos entremezclado entre los hilos de colores un hilo blanco que pertenece a la canilla de la maquina de coser. 

Por norma general los Mantones eran elaborados o son elaborados en seda natural, aunque podamos encontrar otro material como el crespón. 

Loewe. Mantón de Manila

En cuanto al fleco, suele estar realizado a mano, incluso en aquellos Mantones que son de maquina, el trabajo de este consiste en ir anudando hilos de seda natural, consiguiendo bonitos enrejados y diseños; un buen fleco resalta la belleza de un gran Mantón. 

Juan Duyos 2014-15
Juan Duyos 2014-15
























Con su llegada a España, el Mantón de Manila fue fundiendo sus tradicionales motivos orientales (dragones, sapos, aves y otros símbolos chinos) con otros más propios del gusto europeo.

En España, los motivos florales eran los más apreciados. Los Mantones se llenaron de vistosas rosas de diversos tamaños, bordadas en fuerte colorido: la rosa, además, significa el secreto, y en la simbología cristiana hace referencia a la Pasión de Cristo.


Juan Duyos 2014-15
Juan Duyos 2014-15
























En esta línea, se hicieron frecuentes en los diseños las margaritas, cuyo significado es la impaciencia, el lirio, que remite a la pureza, o el girasol, que es un símbolo de fidelidad. El remero representa la memoria, vinculado además a propiedades mágicas y adivinatorias. Otros de los motivos florales más frecuentes fueron, y siguen siendo el pensamiento, el cardo y el loto, este último de indudables reminiscencias chinas. 

Esta gran variedad de motivos y combinaciones han ido agrupándose en diseños mas o menos semejantes, que han terminado por ser denominados en función de su motivo dominante: así, podemos encontrar Mantones de rosas, pavos reales, chinitos, clavelitos, flores grande, uvas, rosetones, etc. 

Juan Duyos 2014-15
Juan Duyos 2014-15
























Algunos, por su originalidad o por su especial significado, han logrado mantenerse al margen de las modas: es el caso de los Mantones de macetón y los de cigarreras. El primero de ellos responde a un diseño que mezcla los tradicionales tallos de bambú con canastas cuajadas de flores de todo tipo. En cuanto al segundo, recibe el nombre de trabajadoras de la fábrica de tabaco de Sevilla, quienes añadieron a su vestuario cotidiano el Mantón bordado caso exclusivamente con grandes rosas y claveles de brillantes colores.

Juan Duyos 2014-15
Juan Duyos 2014-15
























Si no te atreves con el tradicional Mantón de Manila, Juan Duyos nos propone, en su colección de Otoño-Invierno 2014-15, una “vuelta de turca” , otorgando valor a la artesanía. Un Made in Spain de lujo.

Loewe es un exquisito para “Tomates en el balcón”. En su Web leemos “Con devoción por el Mantón de Manila trabajan en el taller sevillano Carrera Iglesisas, exactamente igual a como se hacía hace cinco siglos. Con los pañuelos de la colección 2012 nos quedamos impresionados; diseñados por Antonio Ballesteros Moreno, con estilo naif en colores, formas y dibujos.



La casa Etro, se dejó atrapar, en su colección del 2012, por la seducción de los Mantones. Eso sí, plasmando  el origen oriental de éstos.


Etro 2012
Etro 2012



Etro 2012
Etro 2012



Como curiosidad, decir también que el Mantón de Manila se sigue utilizando en la India, con motivo de grandes eventos, se colocan en forma de toldos gigantescos encima de elefantes, como tapices, alfombras; todos ellos sin flecos, como realmente era el mantón primitivo...  ¿Y los Mantones rusos… de dónde salen?  (Sonrío)

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